El pasado sábado 12 de julio, la cancha del barrio Kennedy, en el norte de Bucaramanga, fue el escenario de una jornada inolvidable con la gran final del segundo torneo de fútbol organizado por la Fundación Semillas de Paz Colombia.
Este evento reunió a más de mil personas, convirtiéndose en una verdadera celebración del deporte, la alegría y la convivencia. Contó con la presencia de directivos de la fundación, miembros de la Policía Comunitaria y aproximadamente 250 jóvenes jugadores, acompañados de sus padres de familia y líderes sociales del sector.
La Fundación Semillas de Paz Colombia continúa demostrando que el deporte es una herramienta poderosa para transformar realidades y generar esperanza en los niños del país.
“Queremos transformar la vida de todos estos niños, queremos demostrarles que el deporte también es una forma de ganarse la vida, una forma de salir adelante; buscamos también que por medio de torneos de fútbol como este, se inculquen valores como el respeto, la solidaridad, la empatía y el trabajo en equipo”. Señaló Valentina Osorio, directora de la Fundación.
El gran protagonista de esta jornada fue el equipo Juventud. Tras una destacada participación a lo largo de la competencia, gracias a su disciplina, compañerismo y la entrega en la cancha, se coronó el campeón del torneo, convirtiéndose así en un verdadero ejemplo para la comunidad.
El segundo lugar se le otorgó al equipo Colorados. Por otra parte, Bavarias se quedó con un merecido tercer puesto, cerrando la jornada deportiva llena de talento y diversión.
El evento fue mucho más que una final deportiva. Contó con un variado programa recreativo que incluyó show musical, baile, comida, juegos inflables y zona de espuma para que los niños disfrutarán. Sin duda alguna fue un espacio pensado para toda la familia, donde desde los más pequeños hasta los más grandes disfrutaron.
Entre todas las historias que dejó esta vibrante final, hubo una que brilló con luz propia: Julián Andes Orejuela, el goleador del torneo con 27 anotaciones. Cabe mencionar que con tan solo pocos años, este joven demostró que es uno de esos niños que lleva el fútbol en la sangre y en el alma, pues para muchos esto solo fue una competencia, para este joven es una oportunidad grandísima de inspirar a otros, crecer y demostrar su talento.
Una vez más, la Fundación Semillas de Paz reafirma que el talento en las comunidades en este caso el norte de Bucaramanga sí existe, solo necesita ser visibilizado y apoyado. A través del deporte, la Fundación Semillas de Paz Colombia no solo impulsa a niños y jóvenes a seguir sus sueños, sino que también busca dejar aprendizajes que van mucho más allá del marcador.
La clausura de la final de este torneo Semillas de Paz Colombia culminó con éxito. Se espera seguir construyendo esperanza en las comunidades y forjando a una mejor sociedad con campeonatos, retos y actividades, con el apoyo de la comunidad, aliados institucionales y sobre todo, el compromiso de cada niño, niña y joven.